Esta líder toledana ha crecido al lado de su bicicleta sin importarle el frío o la lluvia, aún así, ha estado de 20 años sin cogerla, hasta que descubrió Women In Bike.
Me llamo Ana, la bici es mi vía de escape y ya no podría vivir sin ella, siempre digo que sumo kilómetros de ilusión, momentos y aprendizaje.
Desde pequeña me gustaba mucho la bici, nosotros jugábamos al escondite en bici o nos escapábamos al pueblo de al lado sin avisar, sin importarnos la lluvia, el frío, etc.; pero con el tiempo y las obligaciones, habían pasado más de 20 años sin que yo cogiera una bicicleta. En mi casa siempre ha habido bici, pero fue hace cinco años cuando volví a sentir esa sensación que me provoca rodar, libertad, alegría, ganas de avanzar y lograr nuevas metas… en definitiva kilómetros de ilusión.
Hace unos años empecé a salir sola. Tengo una amiga que es una apasionada del ciclismo y siempre me picaba para que saliera con ella. Un día acepté, y desde entonces no me he bajado. Un día recorriendo caminos me encontré a una chica, me comentó lo del proyecto Women In bike, la idea me llamó la atención enseguida, sola costaba mucho salir, tenía ganas, pero me faltaba gente para seguir avanzando. A su vez, esta chica que era líder del proyecto, me presentó a otra líder y así conocí a muchas mujeres con la misma afición, solíamos salir todos los fines de semana, pero enseguida todo se estropeó por la pandemia.
Aun estando en pandemia, con menos restricciones, ya pudimos retomar, yo salía con el grupo que habían formado las líderes, pero a su vez comencé a salir con unas amigas; nosotras nos conocíamos de ir a ver a nuestras parejas en las competiciones de carretera o MTB, siempre decíamos en broma "verás cuando cojamos nosotras la bici".
Todo el mundo lo pasó mal con la situación que generó el covid, pero nosotras teníamos esa vía de escape que era salir con las compañeras de la bici. Al final tomé la decisión de meterme en el proyecto Women In bike, para seguir disfrutando de mi afición y así poder contagiar a otras mujeres ese sentimiento de disfrutar con la bici que yo había adquirido. Ahora estoy deseando tener tiempo o sacarlo de donde sea, para tener mi momento, ese en el que simplemente soy una mujer con ganas de divertirse, dejar por unas horas las obligaciones de madre, hija, ama de casa, trabajadora, los problemas cotidianos… y centrarme solo en mí, contagiar está ilusión y estás ganas de seguir disfrutando de nuevas metas a más mujeres.
Con este proyecto estoy aprendiendo muchas cosas, en el grupo cada una tiene su historia, estoy conociendo a mujeres fantásticas, que no dejan de enseñarme en cada quedada que con coraje e ilusión todo se puede. Es un constante aprendizaje de vida y sobre todo es muy gratificante ir cumpliendo esas metas para todas, desde aprender a montar en bici, como usar calas, subir cuestas e incluso apuntarnos a un maratón; esto último impulsado por una promesa que me hice a mí misma, si una cosita que me ha machacado durante meses salía bien, bueno pues allá vamos, lo que no se intenta, no se consigue.
Gracias a la federación por dejarme formar parte de este proyecto que me está aportando tanto.
Ana Isabel Herrera
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